CiudadJuanBosch.- Pasado las 9:25 de la mañana abandonamos Ciudad Juan Bosch y tomamos la autopista del nordeste Juan Pablo II. A partir de ahí florecieron surtidas tonalidades de verde, que nos acompañarían todo el camino.
Fue un privilegio atravesar Los Haitises, bajar el cristal y respirar aire puro. Esto revitaliza los sentidos y te adentra en esta experiencia extracotidiana. La distancia no agota cuando los paisajes compiten entre sí y resultan dignos de admiración y asombro.
Así continuamos hasta llegar a nuestro destino: Samaná, provincia localizada al noreste de la isla, donde espectaculares costas decoradas de tupidos cocoteros y custodiada por cayos brindan al visitante inolvidables vistas de la bahía entre montañas de la cordillera septentrional que desembocan a orillas de sus playas.
Las Galeras
Es un distrito municipal que se encuentra en la costa oriental de la península, en la Bahía del Rincón que queda entre los cabos Cabrón y Samaná. Aquí se encuentra el hotel Amhsa Marina Grand Paradise Beach Resort un hotel que acoge a sus visitantes con los brazos abiertos, un sueño hecho realidad.
Las instalaciones hacen honor a su nombre y de inmediato te sientes en el paraíso, el verde presente siempre, el océano en el horizonte, panorámicas espectaculares, y una tranquilidad ideal para romper la rutina.
Grand Paradise Samaná cuenta con una rica gastronomía, platos saludables, variados y frescos: carnes, ensaladas, frutas y esmeradas atenciones te mantienen relajado y disfrutando la estadía.
Caída la noche fuimos invitados al Asia Teppanyaki y Sushi Bar, donde nos ofrecieron un show de comida oriental. Allí prepararon a la plancha exquisitos platos que nos hicieron divertir y pasar un momento especial junto a una muy sabrosa comida.
El hotel cuenta con modernas y acogedoras habitaciones con WIFI, hermosos balcones con impresionantes vistas. El espacio ideal para el descanso placentero y reconfortante. Un refugio para recargar energía.
Henry Ulloa, Gerente General del Grand Paradise Samaná, nos recibe con una cálida bienvenida, invitándonos a disfrutar del viaje, se sienta y comparte su experiencia al frente de este reconocido complejo turístico.
Reflexiona sobre el impacto del hotel en la empleomanía local, “hemos formado a los propios habitantes de la zona, gente buena por naturaleza, para que así también la comunidad se beneficie”, destacó Ulloa con una sonrisa en su rostro.
Con la naturaleza de su lado, un servicio excepcional, un clima privilegiado y una ubicación estratégica, Samaná es por mucho un paraíso en nuestro país: playas hermosas, gente alegre y buena, que completan el paquete perfecto para pasar grandes momentos, donde seguramente querrás volver una y otra vez.