Por Alfredo Candelario

La nueva mecánica que ha traído consigo los avances tecnológicos en todo el proceso que concierne la comunicación efectiva entre los medios tradicionales de comunicación y ese público que espera cada día estar informado, ha concitado un cambio en lo que es considerado noticia.

El público y fiel consumidor de contenido en las plataformas digitales, ha perdido la capacidad de asombro con las informaciones, lo que antes era noticia y tenía interés humano, ya no lo es; la inmediatez con la que se manejan las informaciones, la fluidez con la que esta se mueve en lo digital y la gran velocidad con la que esta muere con la llegada de otra publicación, incita a los medios tradicionales a adaptarse a los intereses de sus lectores.

La exigencia crece en medida en que los usuarios de las redes se hacen más hábiles en la búsqueda de las informaciones, la capacidad para discernir entre una información de carácter normal y una noticia de impacto ha creado una barrera entre el usuario y el clip en la lectura, esto queda demostrado en el rechazo a ciertas informaciones.

¿Dónde está el problema? ¿Cuándo dejamos de sentir interés por ciertas noticias? ¿Qué tipo de información quiero leer ahora?

El periodismo ha evolucionado, ahora lleva una velocidad colosal que se manifiesta en la necesidad insaciable de publicar, de leer, ver y escuchar. El acceso a todo lo que se publica y la opción multitarea de los aparatos electrónicos da al usuario la capacidad de poder navegar en diferentes portales al mismo tiempo; un usuario promedio visita tres y cuatro portales de noticias en tiempos mínimos percatándose de que más del 50 % de las noticias publicadas tienen el mismo estilo de redacción, esto debido a los comunicados de prensa.

Algunas noticias ya no causan interés, o simplemente hemos perdido la capacidad para asombrarnos, de la mano de la continuidad y la rutina periodística; una que otra medida de coerción, que posiblemente no se le da seguimiento, un comunicado de prensa emitido por cualquier institución pública y alguna nota que habla de violencia o muerte.

La noticia no ha cambiado, pero si la forma de acceder a ella, lo que le da características diferentes al modelo de comunicación, a esto se le agrega la capacidad de retroalimentación que viene consagrada en los comentarios colgados por los usuarios.

Se necesita más profundidad, hay que dar nuevos giros, indagar más, sumar datos, buscar nuevos ángulos que puedan dar ese color fresco y pintoresco a las noticias y de esta forma volver a recobrar ese interés que tienen los usuarios por estar informados, a esto se le suma romper los límites de las declaraciones dejar de recostarse en las simples notas de prensa y comenzar a emplear la principal característica de un periodista, la investigación.

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